Se cuenta que en un pueblo un grupo de personas se divertían con el que consideraban el mas tonto del lugar. Un pobre infeliz, de poca inteligencia, que vivía de pequeñas ayudas y limosnas. Diariamente ellos lo llamaban al bar en donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de $1000 pesos y otra menor, de $200 pesos. El siempre escogía la menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Cierto día, alguien que observaba al grupo le llama aparte y le pregunta si todavía no había percibido que la moneda de $200 valía menos. "Lo sé", respondió, "no soy tan bobo, ella vale mucho menos, pero el día que escoja la de $1000, el jueguito acaba y no voy a ganar más mi moneda".
Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones:
La primera: Quién parece poco listo, no siempre lo es.
La segunda: ¿Cuáles eran los verdaderos escasos de inteligencia de la historia?
La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de Ingresos.
Pero la conclusión más interesante es que podemos estar bien, aún cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros mismos. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan de nosotros, sino lo que realmente somos. La mayor satisfacción de un hombre inteligente es aparentar ser poco listo, delante de un poco listo que aparenta ser inteligente.
En el negocio de redes de mercadeo o multiniveles vamos a encontrarnos con personas, que por su formación, pensaran que esta oportunidad no nos llevara a ninguna parte, pero es allí en donde debemos recordar la conclusión de la historia “lo importante no es lo que piensan de nosotros, sino lo que realmente somos”, en este negocio de muchos no y pocos si, debemos conservarnos con nuestra autoestima alta y un autorespeto, aprueba de la negativa de los demás.
Otro aspecto que quiero resaltar de esta historia, es la paciencia que debemos tener para llegar al éxito supremo en el negocio. Las redes se construyen poco a poco, paso a paso, el personaje de esta historia hubiese podido tomar la moneda de mil y obtener, por una sola vez, una ganancia jugosa, pero su inteligencia le llevo a obtener una menor ganancia pero de forma permanente.
Recuerda nuestros sueños y metas son la medida de lo que somos y queremos, vale la pena trabajar pacientemente, para luego recoger los frutos del esfuerzo, que no son mas que la materialización de todos lo anhelos y sueños que nos mecemos.
“Un feliz día”
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